miércoles, 3 de diciembre de 2025

En Concierto: Vibración


 No hace mucho, nunca hace mucho de los momentos felices, que escuché de nuevo la música rock que interpreta Vibración. Es un acontecimiento extraordinario que sucede en Valencia cada cierto tiempo. Este grupo musical está integrado por dos hermanos y un percusionista. Ellos, los hermanos, hace ya algún tiempo nacieron en el mismo acorde: son gemelos. Su madre, una maravillosa cantante, les lleno su ADN de música. Han vivido de otras profesiones, pero de vez en cuando, dejan que desde lo más profundo de su corazón brote lo que son: música.

Ese día no hace mucho, Vicente y Toni Pérez junto a Vte. Munsuri, que así se llaman, se calzaron dos guitarras y una caja de percusión; y, cuando eso sucede, los que los que hemos cumplido veinte años varias veces, como dice Serrat, acudimos al evento, sea donde sea. Y allí, sumergidos en su música, recordamos la mano que estaba en nuestra mano cuando escuchábamos por primera vez esas canciones que nos abren la puerta al tiempo infinito.

Y ese día, también acudieron al concierto por primera vez, algunos que, aunque aún no lo saben, dentro de veinte años recordarán con esas mismas canciones quien estaba a su lado y les daba la mano.

Esta vez sucedió en la Casa de Patraix, un lugar lleno de carácter donde los jóvenes sin edad gozamos de la hospitalidad vigilada de Carmen, una reencarnación de posadera legendaria, que indulgente nos permite que seamos lo que fuimos. Es un lugar al que hay que ir al menos una vez en la vida y si es para Vibración, se puede repetir.


Dicen que el alma funciona como una cesta de cerezas. Sacas una emoción y la siguen todas las demás. Pero para que eso pase hace falta que hayas vivido el amor y la belleza alguna vez. Y si es con música mejor. Pasan tantas cosas anodinas e insignificantes, que olvidas para siempre casi todo y la vida corre el riesgo de no ser nada. Pero la música no, esa permanece, y junto a ella todo lo bello y maravilloso del momento. Acude al concierto sin miedo, almacenarás vida. Parafraseando al poeta: un acorde un mundo, una canción, un cielo, ¿Y un beso? ¿Qué sonaba en aquel beso?

Cuando la guitarra suena, con sus cuerdas vibra el alma de quien la escucha porque la música está incrustada en nuestro corazón como las marcas kilométricas del camino de la vida. Pero su magia funciona, y sólo volvemos a recorrer aquellos momentos en los que fuimos felices.

Ahora, a Vibración, los acompaña a veces Laura Alexandra, es la siguiente generación heredera de aquel ADN que hace felices a quienes la escuchan cantar. Con ella el concierto es más intenso y cada uno vive con más pena la última de las doce campanadas que pone fin a la magia.

Dicen que cuando la cuerda de una guitarra vibra, todas las demás que están afinadas con ella vibran también. Así que, aunque no tengas a quien coger de la mano, nunca estarás solo escuchando a Vibración. La emoción se contagia en sus conciertos; la emoción, la simpatía, la felicidad… Y así cada vez, sean cuales sean las canciones que interpreten.

Volverán a sonar el 9 de enero en el Cabañal, en Zeta 11, un lugar fácil de encontrar. Ya se sabe, los juglares aparecen de improviso y te regalan canciones por un plato de sopa. No sé qué sopa dan en Zeta 11 pero merecerá la pena por escucharlos.

Vicente, Toni, Munsuri, Laura… ellos sostienen el espejo que hay que atravesar para llegar al lugar maravilloso que todos recordamos y que todos deseamos. Su música es el puente que enlaza lo felices que fuimos con lo felices que seremos. No importa que hoy sea triste. No importa que el mañana soñado sea incierto y difícil de alcanzar. A través del espejo todo es posible.

Deja que suceda.

Let it be.

José Carlos Morenilla.

 

lunes, 17 de febrero de 2014

El Maldito Cuento de la Cenicienta (deconstruído)

Siempre pensé que este cuento, repetido mil veces, llevado al cine o a la Opera, era un cuento cruel que profundizaba en la postración que muchas niñas viven en el mundo oprimidas por sus familias. La esperanza ha de venir de los méritos propios, de la valentía y el esfuerzo, de la solidaridad entre los jóvenes y no del favor de ningún príncipe.

Contaba ya hace mucho Charles Perrault que había una joven muy bella cuya madre había fallecido cuando ella aún era pequeña. Su padre se esmeraba por darle todos los cuidados y educarla, pero era muy pobre y tenía que trabajar todo el día y apenas le quedaba tiempo para atenderla
.
Para empezar el cuadro social en que se desarrolla el famoso cuento de la Cenicienta no puede ser más sorprendente para un niño que escuche o lea tal cosa hoy. ¿Es la única razón que la madre muera para que una niña viva sola con su padre? ¿Cómo puede esmerarse en dar todos los cuidados si apenas puede estar con ella? ¿Es que acaso los padres(masculino plural), no necesitan estar con sus hijos para cuidarlos? Y ¿Cómo puede ser que un tipo que trabaja todo el día sea “muy pobre”? ¿Acaso el trabajo de “todo el día” es cosa de pobres?

Así que vamos a deconstruirlo:

“Había una joven muy bella que vivía con su padre. Aunque iba a un buen colegio, cuando salía, como él trabajaba todo el día, pasaba mucho tiempo sola…

sábado, 18 de enero de 2014

EL PACIENTE (reseña)

El Paciente
 
Novela, Juan Gómez-Jurado, Ed. Planeta, ENERO 2014, 474 pgs.       
 
La Trama

Un médico, cirujano estrella de un prestigioso y carísimo hospital norteamericano, recibe el encargo de operar de urgencia y en secreto al Presidente de los Estados Unidos. Simultáneamente, su única hija es secuestrada por una organización criminal que le exige el asesinato del Presidente para devolverla. La totalidad de la acción se desarrolla en el plazo de 63 horas, momento en el que habrá concluido la operación y el ultimátum de los captores. 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

EDUCACIÓN




Lo que nos distingue del resto de los seres conocidos es nuestra capacidad de aprender.  El profesor Gómez Pin de la Universidad de Barcelona ha descubierto que la capacidad de aprender a hablar ya tiene su reflejo fisiológico en el mapa del genoma humano. Llevamos pues, desde nuestra concepción, esa marca genética tan singularísima  en cada una de las células de nuestro cuerpo. Para que luego digan que un feto no es humano, pero eso es otro debate. Lo más maravilloso de esta circunstancia es la constatación de que tantos miles de años de aprendizaje no se detienen y empiezan de cero cada vez que un niño nace. Teorías cada vez más documentadas afirman que parte de la experiencia de los padres pasa en esa información genética a los hijos en la siguiente generación. 

martes, 17 de diciembre de 2013

OBRERO


No tardarán mucho en darnos la cifra: diez mil millones de habitantes. En el Mundo parece que no cabe nadie más. Nuestra población mundial ya no puede sobrevivir, de forma individual o en pequeños grupos familiares, de aquello que antaño le ofrecía casi gratis la Naturaleza. Y más ahora que sabemos que necesitamos compartirla con el resto de seres vivos que habitan nuestro único planeta. Para ello, los humanos nos hemos organizado en sociedades que generan y administran los bienes que nos permiten sobrevivir.  Hemos pasado de ser hombres a ser ciudadanos,  seres que viven lo más alejados posibles del mundo natural en donde fueron concebidos.

Lo más leído